jueves, 29 de octubre de 2015

Yo primero

Veo el mundo y pienso - todo parece estar tan mal. 
Las noticias solo hablan de cosas negativas, problemas, violencia, corrupción, guerras, maldad.
Y pienso; ¿qué clase de mundo le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos?

La vida ocurre a una velocidad inmensa. Casi no tenemos tiempo para compartir en familia. Casi no hablamos, casi no nos miramos. Solo nos movemos de un lugar a otro ocupados en nuestros trabajos y quehaceres diarios.  Todos, o la mayoría vivimos inmersos en un mundo virtual. Unos chateando, otros tuiteando, en instagram o snapchat. En fin, por la calle la gente va sin ver por donde camina. Últimamente he visto a mucha gente tropezarse  en la calle, por no decir chocarse con otros. Le hablas a alguien y ni te mira a los ojos. Es raro encontrarte a una persona que te mire a los ojos.  Nos estamos convirtiendo en seres solitarios y egoístas.  Nos estamos alejando cada vez más de los demás.

Y entonces pienso: es imposible hacer que los demás cambien. No puedo hacer que las personas piensen como yo, cambien de idea, que quieran ser mejores, o que quieran ayudar.

Y pienso, ¿y si cambio yo primero? Y si tal vez comienzo por conocerme un poco más, por aceptar más a los demás,  por amarme un poco más a mi misma, para poder amar más a los demás. Cuando nos amamos no nos hacemos daño. Cuando amamos a otro no podemos hacerles daño. 

¿Y si amo yo primero?
y si en vez de querer que todos cambien cambio yo? si intento ser mejor cada día y dejar de ver los defectos de los demás y comienzo a ver los míos primero. Si intento ser mejor yo, ayudar yo, hacer yo,  cambiar yo primero, en vez de esperar siempre  que los demás den el primer paso.

A veces me pasa que me quedo ahí, como esperando que los demás den el primer paso. Siempre el otro.  A menudo el otro.

Veo el mundo y pienso.
¡Que hermosa es la creación de Dios! ¡Que bien lo ha hecho todo! Cuanto amor en todo. Cuanta dedicación. Todos estamos en el mismo barco, el barco de la vida. Tal vez el mundo si puede ser un mejor lugar. Tal vez puede, si cambio Yo primero.

jueves, 20 de agosto de 2015

No soy tu amiga, soy tu Mamá

Muchas veces he escuchado, "soy la mejor amiga de mi hija". Y me pregunto ¿Cómo puede ser eso?

Veo a mis hijas, y las veo felices con sus amigas y amigos, y pienso:
Mi amigo es mi esposo. Mis hijas no me invitan al cine con sus amigas, ni a sus fiestas, ni al Casco; van con sus amigas.

Claro que si salimos juntas a  muchas partes y hacemos planes en familia. No encanta pasear, ir a comer, ir a misa juntos, hacer ejercicio, o ir de compras. Pero si, ellas tiene sus amigas y yo las mías.

No quiero ser amiga de mis hijas. Prefiero ser su mamá, y ya con eso es bastante trabajo. De este modo me verán como su guía y no como su igual. Y es que estoy aquí para cuidarlas, guiarlas y corregirlas. Muchas veces, o mejor dicho siempre, me toca corregirlas y aunque a veces no lo entiendan tomo decisiones que son por su bien. 

A mi me toca abrirles los ojos, decirles la verdad de la vida y también en más de una ocasión, me toca decirles NO.
Las amigas no se dicen NO cuando están entre ellas. Al contrario, se apoyan en todo y a veces no piensan mucho las cosas. 

Yo en cambio me veo en muchas ocasiones obligada a decirles NO. No van, no puedo, no cedo.
Y les digo: mi también mis padres me dijeron NO. A mi también Dios me dijo muchas veces NO. Cuando el veía que me iba a equivocar o más bien a estrellar con mi decisiones, venía en mi auxilio y me decía NO, cerrándome las puertas frente a situaciones y de esta manera cuidándome siempre.
Y créanme cuando Dios dice NO, es NO. 

Para eso estamos los padres, para corregir, para cuidar y guiar, para ayudar a nuestros hijos a crecer.
Aunque a veces mis hijas no me entiendan, para eso existo.

¡No quiero ser amiga de mis hijas! Ellas ya tienen muchas amigas, y estoy segura de que todos seremos más felices si dejamos que las cosas sean lo que son.

viernes, 10 de julio de 2015

YO TAMBIEN TE AMO

Hoy quiero escribir sobre el corazón. Mucho se ha escrito y cada vez aprendemos más sobre él. Recientemente leí un estudio que hablaba sobre el campo de energía del Corazón. Me llamó mucho la atención lo que decía.

Se han llevado a cabo extensos estudios sobre este poderoso órgano y su campo. Sus resultados me asombraron. Ellos aseguran que el corazón "genera un campo electromagnético a nuestro alrededor que mide varios metros de diámetro y es cinco mil veces mayor que el campo generado por el cerebro".

Todos sabemos que el poder de la mente es sumamente grande, pero ahora también se sabe que la energía que emana del corazón es aun mayor. Con razón el amor ha sido la fuerza que ha movido a la humanidad por siglos y siglos. Mueve a hombres y mujeres a realizar las hazañas más grandes y valientes. Por amor las personas cruzan océanos, escalan las montañas más altas, lo dejan todo, lo perdonan todo, lo dan todo.

Estos estudios me llevaron a pensar que tal vez deberíamos prestar más atención a nuestro corazón.

Cuando estamos bajo mucho estrés, molestos o irritados, nuestro corazón sufre mucho. El ritmo cardíaco se vuelve incoherente, aumenta la presión arterial, en fin, nos sentimos mal. Creo que muchos lo hemos experimentado. Todos estos síntomas se deben a las sustancias que se segregamos cuando estamos frente a situaciones fuertes, de ira o muchos estrés.

Cuando estamos felices, en paz, tranquilos y relajados, también segregamos sustancias que son beneficiosas para nuestro cuerpo. Por eso es, que después de hacer ejercicio nos sentimos tan bien, es por esas sustancias que nuestro cuerpo segrega. Nuestra presión arterial se normaliza y nuestro ritmo cardíaco es constante y parejo.

Las emociones positivas como el amor, la gratitud, la bondad y la esperanza, expanden nuestro corazón y lo hacen fuerte. Mientras que la ira, el resentimiento, la tristeza o el temor lo contraen, lo debilitan, y eventualmente hasta lo enferman. Creo que el corazón es el órgano que más siente y sufre cuando no lo cuidamos bien

Pienso que debemos procurar sanar cualquier herida que tengamos dentro, perdonando a los demás, pero principalmente a nosotros mismos. A veces somos muy duros con nosotros, y sin darnos cuenta con el paso de los años nos sobrecargamos con culpas y reproches innecesarios, que solo nos causan ansiedad y pérdida de tiempo.

Nosotras las mujeres, a diferencia de los hombres, somos más complicadas. Nos miramos en el espejo y somos muy críticas de nosotras ¡Que ojeras, me veo fatal, mi pelo es un desastre, cuantas arrugas! 

Que diferente sería vernos al espejo y decirnos, ¡Que bien te ves, cada día te ves más joven, eres bella, mereces lo mejor, vales mucho! Necesitamos ser más cariñosas y amables con nosotras mismas y amarnos más. Esto nos hará sentir mejor y nos dará confianza en nuestras capacidades, además, mejorará nuestra actitud para mirar hacia adelante con optimismo y alegría. 

Estoy convencida que si centramos nuestra vida en agradecer todas las bendiciones que tenemos, que son muchas, veremos lo afortunados que somos.
Deseo que tu corazón sea fuerte para que pueda hacer lo que mejor sabe hacer: Amar.

Por mi parte: Yo También Te Amo


domingo, 28 de junio de 2015

¡Una hermosa coincidencia!


Recuerdo como si fuera ayer el 28 de junio del 2004. Fue un gran día.....

Como a media mañana me llama Vida, una prima, para decirme que estaba en la clínica y que ya estaba en labor. ¿cómo puede ser eso, le dije, si tu fecha es para dentro de un mes y yo estoy para dentro de quince días?  Bueno, pero así es la vida. Se le adelantó el parto, y ella y su esposo Claudio, ya se encontraban en labor esperando el nacimiento de su cuarto hijo.

Yo, en casa con mi mamá, esperando para asistir a la cita que tenía esa misma tarde con el Dr. Mora, quien por cierto también era el doctor de Vida. Así que yo sabía que él me atendería después de terminar con ella.  Gracias a Dios nació Luis Felipe bello y sano, y todos nos alegramos muchísimo. 

Como a las cinco de la tarde entré a la consulta del doctor, y éste me dijo que todo estaba bien, y que el parto podría ser en cualquier momento.  Nos fuimos de vuelta a la casa y para mi sorpresa cuando llegamos no me pude bajar del carro. Por increíble que parezca me comenzaron las contracciones en el carro y pues en ese momento comenzó la corredera. Yo esperando en el carro mientras las niñas subían y bajaban con la maleta y las cosas para el hospital. Jamás nos imaginamos  que nacería  ese día, pero cuando la niña dijo voy, no hubo nada que hacer. 

Recogimos a mi esposo y de vuelta al hospital. Que emoción y que nervios a la vez. Cuando ingresé al salón ya estaban esperándome mis doctores favoritos, el Dr. Mora y el Dr Francisco Bravo.

Finalmente esa noche nació Anabella, mi quinta hija, mi hermosa y amada Anabella. Desde que la ví, robó mi corazón por completo. Una vez más, experimentar la maternidad redimensionó mi vida, mis sentidos y mis emociones. 

Jamás me imaginé que Anabella y Luis Felipe nacerían el mismo día, pero definitivamente  ha sido una de esas hermosas coincidencias que unen las familias, alegran los corazones y engrandecen las almas.
Hoy cumplen 11 años los dos, y realmente ha sido una aventura maravillosa tenerlos en nuestras vidas. Llenaron nuestros hogares de amor y luz con sus ocurrencias y detalles. 

¡Que vivan las coincidencias!

¡Que viva la vida!





martes, 23 de junio de 2015

¡A estudiar se ha dicho!

Cuando nuestros hijos están pequeños y comienzan el colegio, hay muchas cosas que podemos hacer para ayudarles a ser buenos estudiantes, organizados y responsables. A mí me ayudó mucho que tuvieran un horario de estudio. Cada día, cuando llegaban del colegio, comían y descansaban por una hora. Alrededor de las 4pm comenzaban a estudiar.

Encontré que tener un horario de estudio las ayudaba muchísimo, sobre todo para terminar temprano y poder hacer otras cosas, entre ellas salir a jugar con los amiguitos.

Cuando mis hijas estaban en pre-kinder y kinder, dibujar era primordial. Cuando hacían algún dibujo recuerdo a veces mirarlo y pensar Dios mío. Aún así les decía, "está precioso, eres una artista, una gran pintora", y esto las motivaba a pintar cada vez mejor. A esto se le llama refuerzo positivo. No importa si se salen de las rayas por todas partes, decirles que estaba increíble las motivaba y les daba mucha seguridad.

Las palabras de ánimo son las mejores si queremos ayudarlos a dar lo mejor de ellos. Nunca usen palabras o frases negativas e hirientes, hacen mucho daño al niño y solo es un reflejo de nuestra propia incapacidad de enseñar y amar.

La lectura es fundamental. Al principio, no es fácil ni rápido, pero enseñarles a pronunciar y a entonar correctamente les desarrolla el cerebro y sus capacidades mentales y les dará mayor seguridad en el colegio cuando les toque leer, recitar o hablar en público. 

Fomentar la lectura en el hogar es esencial y cuando crezcan, podrán disfrutar de un buen libro y tendrán más temas de conversación para compartir. Vivimos en un mundo donde estar informado lo es todo; si les gusta leer desde niños, el hábito de la lectura lo cultivarán toda la vida.

Con las matemáticas la situación es otra: les cuesta un poco más. Desde primer grado hay que dejar que hagan sus tareas de matemáticas solos; podemos estar cerca de ellos pero no debemos hacerla nosotros. Si la respuesta es incorrecta, pedirles que la repitan y traten ellos mismos de encontrar el error, es la única forma en que aprenderán. Esto toma tiempo y dedicación, es cierto, pero matemáticas es de esas materias en que si no tienen una buena base, va a ser mucho más difícil.

La historia sí era mi fuerte y por supuesto, el de mi esposo, el cual como siempre he dicho, es un libro abierto.  Siempre ha sido mi materia favorita, por lo que desde muy temprano se convirtió en una oportunidad para compartir con ellas la historia del mundo y de las civilizaciones, ya que la historia de la humanidad es realmente fantástica.

Para no alargarme mucho, solo les diré que en ciencias naturales se dan las respuestas más inesperadas y originales que puedan encontrar. Así pues, un día viendo un examen de ciencias me encontré que los jugos drásticos nos ayudan en la digestión y las bacterias entran al cuerpo por curiosidad y no por falta de higiene, por solo mencionarles un par de respuestas cómicas.

A mí me encantó enseñarles a estudiar, es de las cosas que más disfruté. En español ellas me ganaron. Siempre tuve problemas con los hiatos y diptongos, hasta el punto que ellas me decían "Mamá cuando vas a aprender", y eran ellas las que me daban clase de ortografía. Tuvieron las mejores maestras de español que yo haya visto. Por eso es que hoy en día son ellas las que corrigen y editan mis artículos. 

En realidad verlas aprender fue una aventura inolvidable, ya que junto a ellas aprendí yo.
Claro que hay días difíciles con demasiado trabajo y en los que solo anhelábamos estar de vacaciones, pero a pesar de todo, que bueno es poder decir  ¡A estudiar se ha dicho!


viernes, 19 de junio de 2015

Hazme una poesía

Le dije a mi esposo que le dedicaría un par de artículos y me preguntó que por qué, dijo:
-¿Por qué tienes que escribir sobre mí?

Le dije - porque es mi blog y puedo escribir lo que quiera-. Solo se rió. 

Quiero dedicar este espacio a compartir con ustedes una pequeña anécdota de él 

Esto fue hace como ocho años. El tenía que asistir a un evento en el hotel Sheraton (antiguo Marriot) en San Francisco. Yo lo llevé y recuerdo haber pasado todo el trayecto hablando como una cotorra, bla bla bla, con una lista interminable de quejas y argumentos sobre ya ni sé de que.

La cosa es que por 25 minutos, desde El Cangrejo y con tranque, la retahíla de locuras no paraba.

Durante todo el camino, él se mantuvo calmado, en silencio, ni me miró, ni me habló, nada.  
Cuando llegamos, se bajó y me dijo "gracias". Yo a punto de que me diera mi acostumbrada neura, me hice a un lado de la calle y me estacioné. 

En esa época, yo vivía inmersa en mi mundo de poesía, fuera buena o mala, y cada oportunidad que tenía la empleaba en escribir cuando algo me inspiraba. Saqué mi celular y le envié un chat que decía "Silencios enmohecidos, tus silencios me han herido",  cerré el chat y me fui a la casa. Para mi sorpresa cuando llegué y vi mi celular, él me había respondido  con el siguiente mensaje: "hazme una poesía".

No lo podía creer. Casi muero de la risa. Inmediatamente me relajé y me di cuenta que había perdido 25 minutos de mi día, yo sola, hablando locuras conmigo misma, ya que él, gracias a Dios, ni se inmutó. 
En ese mismo instante me senté y le escribí una de mis poesías favoritas que se llama "Tus silencios".

Menos mal que mi esposo es como es. No puedo imaginar como sería la vida, si los dos fuéramos iguales. De más está decirles que mi esposo es la única persona en el mundo que puede sacar lo peor y lo mejor  de mí en un día. Desde entonces muchas veces, en vez de discutir, me dice   "hazme una poesía"

Por cierto me dijo que no publicara esa poesía, ya que hay otras que le gustan mucho más y esa es medio trágica en verdad. jejeje

¡Hasta la próxima!

sábado, 6 de junio de 2015

Somewhere over the raimbow

Llegó junio y con este mes el día del Padre y varios cumpleaños en la familia. Cumple mi esposo Chicho, mis hijas Isa, Ana y hoy, 6 de junio, mi papá estaría cumpliendo 85 años.

Que les puedo decir. Lo extraño un montón, lo recuerdo todos los días de mi vida. Son tantos los recuerdos que tendría que escribir 100 artículos para que lo pudieran conocer. 

Era super guapo, elegante y desde que yo estaba en el colegio, recuerdo que todas mis amigas me decían "tu papá huele super bien". Y es que era cierto. Usaba una colonia que venía en un frasco de color amarillo que se llama Monsieur Balmain, que en algún momento descontinuaron y recuerdo que le tomó un tiempo conseguir otra que se adecuara a él.

Tenía una personalidad fuera de serie. Dedicó su vida a sus dos grandes amores, su familia y su país. Sería imposible escribir aquí todos sus logros, ya que fueron demasiados, pero si les puedo decir que fue un hombre de avanzada. Dios lo dotó de una inteligencia y sensibilidad humana que lo hizo destacar en todo lo que hizo desde joven. 

Trabajador incansable. Recuerdo muchas mañanas cuando salía al colegio, pasar por su estudio y verlo trabajando; había pasado toda la noche ahí, creo que era demasiado perfeccionista. Recuerdo perfectamente su escritorio grande de madera, su calculadora que muchos no creerían el tamaño que tenía y su inmensa biblioteca. Pocas veces he visto una biblioteca como la de mi papá. Libros de todo tipo, arte, economía, gerencia, filosofía, motivación y por supuesto su gran pasión, El Renacimiento, los grandes inventos y descubridores. Era un apasionado por la vida y el conocimiento. Un hombre universal.

Como hombre profesional, que les puedo decir, excepcional. Como esposo y padre: un pedacito del cielo en la tierra. Algo que recuerdo como si fuera ayer era cuando íbamos a la playa y nos compró un barquito inflable y nos paseaba por la orilla de la playa por horas y horas, como disfrutábamos mis hermanos y yo; todos los viajes que hicimos juntos y como le maravillaban las ciudades y su historia. 

Le encantaba hablar con nosotros de todos los temas posibles. Aconsejarnos y motivarnos siempre a ser mejores personas. Lo mismo paso con sus nietos, a quienes amó con locura. Papapa siempre supo sacar lo mejor de cada uno de ellos. Lo llamaban para contarle sus problemas y pedirle ayuda y consejo. La amistad tan cercana que logró sobre todo con los mayores sé que siempre la valorarán.

Fue un hombre con un espíritu joven, al día con la tecnología y a sus 82 años aún lo podían ver chatear con sus nietos, llamarlos por Facetime, preparar presentaciones perfectas de Power Point, en fin era realmente asombroso.

Nuestras dos películas favoritas eran La Novicia Rebelde y El Mago de Oz. Esto fue hace muchos años ya. Una parte importantísima de mi infancia que nunca olvidaré. Amaba el cine, la música, Frank Sinatra y sus contemporáneos, los New York Yankees, el ballet, la ópera, viajar, conocer, aprender, que les puedo decir. 

Hay una canción que siempre me hará pensar en ti, "Somewhere Over the Raimbow", de la película El mago de Oz, cantada por Judy Garland, una de tus actrices favoritas. Igual que ella, eras un soñador. Hoy en día, mi versión favorita de tu amada canción no es la de Judy Garland, si no la del hawaiano Israel Kamakawiwo'ole. Igual las dos versiones me encantan.

Papi: ahora que estás más allá del arcoiris se que eres feliz, viniste al mundo y Dios te dio la esposa perfecta para ti, mi mamá Irene, juntos hicieron un equipo a otro nivel y lograron metas muy grandes y superaron dificultades donde muchos hubieran desfallecido. 

Vives en mi corazón, tanto amor es difícil de olvidar. 

Quiero parecerme a ti cada día más. Quiero que mis hijas se parezcan a ti. Espero que lo logremos.

We love you!
Foto tomada en Phoenix, Arizona, Papapa a sus 80 años.